13 Feb Pies y embarazo
El embarazo es una experiencia vital para muchas mujeres, pero en este periodo de gestación se producen una serie de modificaciones a nivel fisiológico que repercutan en sus pies, tanto en su funcionamiento como en la forma de caminar.
El aumento de volumen abdominal y de peso, sumado a otros factores fisiológicos típicos del embarazo como la liberación de sustancias tipo elastina que favorecen la apertura del canal del parto, originan un desplazamiento del centro de gravedad que desencadena en un aumento progresivo de la curvatura lumbar, provocando un cambio importante en la marcha al sobrecargar la musculatura de los miembros inferiores.
Se reduce la velocidad y se incrementa la base de sustentación o la separación de los pies. “Los pies sufren un aplanamiento en su arco lo que puede causar problemas de apoyo con sus consecuentes molestias en la columna, con dolores de espalda y lumbalgias”, explica el presidente del Colexio de Podólogos de Galicia, Borja Pérez.
La prevención y el tratamiento del hundimiento del arco al caminar se hacen con plantillas, que proporcionarán a la paciente un mejor soporte y ayuda para la correcta distribución de los apoyos plantares.
Normalmente en el postparto muchas mujeres normalizan el estado de sus pies, aunque otras pacientes pueden sufrir a posteriori alguna molestia. Usar un calzado adecuado, con una buena suela que amortigüe la pisada, realizar un estudio biomecánico y usar plantillas personalizadas proporcionará a las embarazadas mayor comodidad en el apoyo.
Son muy comunes los calambres en la cara posterior de las piernas y muslos debidos al cansancio y a las alteraciones circulatorias.
Otro de los problemas frecuentes en los pies de las embarazadas es el edema, una inflamación de pies y tobillos. El útero ejerce presión en los vasos sanguíneos de la cadera produciendo una disminución de la velocidad de la circulación de retorno, generalmente manifestándose en los últimos meses de embarazo.
Revisión de los pies durante el embarazo
Es importante que todas las mujeres embarazadas tengan conocimiento sobre la salud de los pies para poder prevenir molestias.
Para ello, se recomienda que acudan a un podólogo a lo largo del embarazo para someterse a una revisión, con la finalidad de prevenir alteraciones y conseguir que los pies vuelvan a su estado normal tras el parto.
Las principales recomendaciones son las siguientes:
- Es importante controlar el peso y que se encuentre dentro de los límites establecidos.
- Para activar la circulación y bajar la hinchazón es recomendable moverse y no estar mucho tiempo sentada e hidratar los pies a diario.
- Masajear los pies y realizar baños de contraste frío-calor especialmente al terminar el día.
- Evitar una exposición continuada al calor. Mantener la temperatura corporal fresca será de gran ayuda para evitar la hinchazón de los pies.
- Estar preferiblemente en una postura con las piernas elevadas. Se recomienda no sentarse con las piernas o tobillos cruzados.
- Evitar la ropa ajustada. Se pueden utilizar medias especiales o de descanso.
- Es recomendable beber mucha agua. Esto hará que el cuerpo retenga menos líquidos. Lo aconsejable es beber al menos 2 litros de agua al día.
- Llevar una dieta equilibrada, con comidas ligeras y bajas en grasas. Asimismo, se debe reducir la cantidad de sal en las comidas.
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