31 Ene 7 consejos para cuidar los pies antes de una quimioterapia
El 4 de febrero es el Día Mundial contra el Cáncer y conviene conocer las complicaciones en los pies derivadas de la quimioterapia.
El llamado síndrome mano- pie o eritrodisestesia palmoplantar es un efecto secundario de algunos tipos de quimioterapia. Los fármacos que se emplean afectan al crecimiento de los capilares y de la piel de las manos y de los pies y dañan los tejidos circundantes. Los síntomas de este síndrome pueden variar desde un simple enrojecimiento hasta hinchazón, problemas ungueales (por ejemplo, uña incarnada), descamación, dolor y dificultad para caminar.
En algunos casos, es necesaria la reducción o suspensión del tratamiento quimioterápico para poder paliar las molestias ocasionadas por este efecto secundario. La labor del profesional de la Podiatría es fundamental para tratar y paliar los efectos de este síndrome.
7 consejos para prevenir el síndrome mano-pie
El presidente del Colegio de Podólogos de Galicia, Juan Dios, señala que antes de comenzar un tratamiento de quimioterapia se debe efectuar un examen que preste especial atención a las manos y a los pies para identificar factores predisponentes, como hiperqueratosis, eccema o enfermedad fúngica: “Cualquier factor de riesgo debe tratarse preferiblemente antes de comenzar la terapia, por lo que es importante acudir al podólogo antes de iniciar el tratamiento quimioterápico” .
Otros consejos a tener en cuenta son:
- Hidratar diariamente los pies, pero evitar aplicar cremas entre los dedos y en las uñas.
- Evitar el agua caliente (por ejemplo, baños y duchas calientes), porque el calor puede exacerbar los síntomas.
- Evitar el calzado apretado.
- Evitar ejercicios o actividades vigorosas (como levantar objetos pesados o caminatas largas), especialmente durante el primer mes, para reducir el riesgo de ampollas.
- Algunos pacientes necesitarán tratamiento con plantillas o férulas digitales protectoras a medida, prescritas por el podólogo, para reducir las zonas con presiones y roces excesivos.
- Usar calcetines de fibras naturales, hilo o algodón, para evitar la humedad y mantener los pies secos.
Información proporcionada por el Colegio de Podólogos de Galicia.
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