María atiende al atleta Carlos Mayo en Tokio ante la mirada del fisioterapeuta Ángel Basas. A la derecha, con el deportista tras el tratamiento.

María Herreros, primera podóloga española en unos Juegos Olímpicos

Con solo 25 años se ha convertido en la podóloga del Comité Olímpico Español en Tokio

María Herreros, podóloga colegiada en Madrid, obtuvo el Grado en Podología en la Universidad Complutense de Madrid en 2018 y el máster en Cirugía Podológica de Antepié en la Universidad de Manresa en 2019. Es podóloga en Podoactiva desde el 2018, donde, además de pasar consulta, es responsable del departamento de  Desarrollo de Negocio de las clínicas y de la plataforma de formación online World Academy of Podiatric Science. El acuerdo de Podoactiva con el Comité Olímpico Español le ha permitido convertirse en la podóloga del COE en 2020 y 2021 y ser la primera mujer podóloga que acude a unos Juegos Olímpicos. A su regreso de Tokio, María Herreros habló con el Consejo General de Colegios Oficiales y nos contó cómo había sido la experiencia.

Con una sola palabra podría decir que la experiencia ha sido brutal, tanto a nivel personal como profesional. Sin duda, es un privilegio poder vivir unos Juegos y creo que es una grandísima oportunidad para dar visibilidad a la podología y mostrar la importancia que tiene dentro del deporte y en el resto de ámbitos. Creo que como colectivo tenemos que trabajar en esta dirección para ser capaces de hacer crecer nuestra profesión y alejarnos de la imagen del podólogo callista. A mí, aún me sigue pasando que cuando entran pacientes se sorprenden cuando me ven y dicen: “¡Uy!, me esperaba un señor mayor”. A mi entorno más cercano, cuando les resumo la experiencia de los Juegos, les digo que es como irse a un campamento de verano a otro país, con italianos, franceses, ingleses, chinos…  en el que hay un grupo muy grande de españoles, que hacemos piña y donde todos nos ayudamos. La diferencia es que aquí tus compañeros de campamento son atletas de elite y es muy sorprendente ir andando por la villa y encontrarte, por ejemplo, con Pau Gasol. Poder vivir esta experiencia con 25 años es una pasada.

¿Cómo es el día a día de la podóloga del COE en unos Juegos Olímpicos, antes y durante las Olimpiadas?

Al ser los proveedores oficiales de podología y biomecánica del COE, durante los dos últimos años, tanto yo como mis compañeros hemos estado viendo a muchos deportistas olímpicos y paralímpicos de muchas y muy diferentes disciplinas:  Ana Peleteiro (bronce en Tokio en triple salto), el mediofondista Adrián Ben (finalista en Tokio en los 800 metros), que fue uno de mis primeros pacientes, Carlos Mayo (campeón de Europa en los 10.000 metros y olímpico en Tokio donde tuve que tratarle), Aauri Bokesa (que ha conseguido en Tokio su mejor marca personal en los 400 metros y el récord de España en el relevo mixto 4 x 400 m), Chuso García Bragado (campeón del mundo en 50 kilómetros marcha y el atleta español con más Juegos en su carrera: Tokio han sido sus octavos juegos)… Además, hemos atendido a muchos futbolistas y a otros muchos deportistas que también han participado en los Juegos. En el plano biomecánico, ya en España les habíamos realizado todos los estudios de la pisada y diseñado las plantillas correspondientes. Por ello, nuestra labor dentro de servicios médicos del COE era estar ahí para dar soporte por si había algún problema o necesitaban algo con sus tratamientos. Además, dentro del equipo médico estaba para poder atender todas las necesidades de podología clínica que podrían surgir, como ampollas, uñas, descargas, vendajes, etc. Hemos asistido, sobre todo, a atletas pues, por la temperatura y la humedad, había algunas ampollas y ciertos problemas en uñas.  También los deportistas de karate, por el tatami, tenían problemas de grietas en los talones. En el servicio médico del COE he trabajado junto con un equipazo de fisios, médicos y un psicólogo. He podido trabajar, por primera vez, en un equipo multidisciplinar grande donde he aprendido muchísimo. Teníamos una sala de fisio y podología, donde los deportistas iban citándose para que los viésemos. Además, podíamos ir a las competiciones para poder estar ahí por si necesitaban lo que fuese.

¿Cómo ha sido la relación de la podóloga con el resto del equipo médico?

La relación ha sido inmejorable. Trabajábamos como un equipo y desde el primer día me sentí super integrada, valorada y cuidada. He de decir que Marcelino me lo ha puesto fácil. Es un hombre muy querido por la delegación y me ayudó mucho (Marcelino Torrontegui fue el otro podólogo del COE, al que entrevistamos el mes pasado). El equipo estaba liderado por la doctora Manuela González Santander, una grandísima profesional, y en total éramos diez integrantes: tres médicos, cuatro fisioterapeutas, un psicólogo y dos podólogos: Marcelino y yo. En un principio, íbamos a ir los dos al mismo tiempo, pero por la COVID-19 las acreditaciones oficiales estaban limitadas a la mitad para reducir el número de personas en la villa olímpica y, por eso, en los servicios médicos nos turnamos durante las dos mitades de los Juegos. Al formar parte de los servicios médicos del COE, estábamos disponibles para todos los deportistas, aunque había federaciones que acudieron con sus propios profesionales. Compartíamos con ellos la sala y trabajábamos todos como equipo. Si necesitaban soporte, nosotros se lo dábamos. Las federaciones con servicios médicos tenían un médico y uno o dos fisios, pero no podólogos: solo estábamos Marcelino y yo en toda la delegación española en Tokio. La verdad es que, profesionalmente, ha sido una experiencia super enriquecedora y el equipo ha sido inmejorable.

María Herreros, en el centro con todos los servicios médicos españoles en Tokio.

Alguna anécdota o curiosidad durante estos días en Tokio.

Cuando no teníamos pacientes y no podíamos escaparnos a ver alguna competición, hacíamos mini sesiones de formación. Los fisios, sobre todo, eran muy curiosos y siempre me preguntaban cómo hacía las cosas. La importancia de la podología infantil y de la prevención en la infancia para evitar lesiones en la edad adulta es algo que desconocen muchos profesionales de la salud y este tema les interesó mucho. Por ejemplo, los diferentes tipos de pie plano que existen y cómo abordarlos.

Otro momento, sin duda inolvidable, es el desfile de clausura donde solo suelen desfilar los deportistas, pero este año, por la COVID, los deportistas tenían que irse de Tokio 48 horas después de su competición. Al ser pocos, tuve la oportunidad de desfilar junto con los deportistas en el evento de clausura, para hacer bulto (se ríe): fue una auténtica pasada.

María, con otros miembros del servicio médico español durante el desfile de clausura.

Al ser los Juegos Olímpicos una cita deportiva con múltiples disciplinas, ¿cuáles son las que “han dado más trabajo” a la podóloga de la delegación española?

Atletismo. Es verdad que los deportistas acuden perfectos y tampoco hay un volumen excesivo de trabajo, pero sí se suelen ver ampollas o hematomas en las uñas.

¿Cuál es el deporte en el que ha habido más lesiones?

Este año en los Juegos ha habido múltiples roturas de tendón de Aquiles y fracturas de estrés de los metatarsianos.

Supongo que todos los deportes tendrán su “miga” pero, a primera vista, los profanos vemos algunos deportes en los que los pies tienen, por distintas razones, un protagonismo especial: fútbol, atletismo, gimnasia, artes marciales… ¿Son estas disciplinas las que tienen más peligro de lesiones o donde más hay que cuidar a los deportistas?

Sí, efectivamente, son deportes en los cuales los pies constituyen su herramienta de trabajo principal. Por ello, creo que la prevención es la clave en todos estos deportes. De todos modos, el jefe de los servicios médicos de la Federación Española de Natación me transmitió la importancia de la podología en este deporte, porque, además de sufrir problemas dérmicos, los nadadores tienen muchos problemas de onicocriptosis en las uñas. Los deportistas de la delegación española estaban bastante concienciados sobre la importancia del cuidado de los pies y de la labor que desempeñábamos. En cualquier caso, a los Juegos los deportistas llegan en sus mejores condiciones y no hay excesivo volumen de trabajo. Durante la temporada, en la preparación, es donde nuestra labor es muy importante para el deportista.

María, con el equipo español de natación sincronizada.

El uso que se hace de los pies en los distintos deportes (golpeo, salto, equilibrio…) también será determinante…

Exacto, por ejemplo, el atletismo: es un deporte de mucho impacto y el pie sufre mucho. Por ello, es muy común ver a muchos atletas profesionales con diferentes deformidades en el primer dedo. Y esto también varía por disciplinas: no existen dos pisadas iguales.

¿Entienden los deportistas la importancia de la figura del profesional de la podología, no solo a la hora de abordar una lesión sino para trabajar preventivamente?

Sí, este tipo de deportistas confía mucho en nuestro trabajo. Como colectivo, tenemos que seguir trabajando para que esto también ocurra entre los deportistas amateurs. Es donde más trabajo tenemos para conseguir que a través de la prevención no se lesionen. Por ejemplo, después del confinamiento domiciliario, recuerdo que llegaban a consulta pacientes, sobre todo mujeres en torno a la cuarentena años y con el peso un poco elevado, con problemas en los pies o las rodillas. Cuando la desescalada nos permitió volver a salir, la gente empezó a salir a correr sin una preparación previa ni revisión y, a menudo, eran pacientes que presentaban genu valgo (rodillas metidas hacia dentro), pies poco estables u otras deformidades que, tras un largo tiempo de inactividad, pueden provocar diversas lesiones.

María, con los medallistas olímpicos Alberto Ginés (oro escalada), Damián Quintero (plata en karate), Pablo Carreño (bronce en tenis), Ray Zapata (plata en gimnasia), Sandra Sánchez (oro en karate) y Saúl Craviotto (plata en piragüismo).

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